DE LO EXTRAVANTE DEL INCROYABLE A LA RACIONALIZACIÓN NAPOLEÓNICA

1801. Jaques Jean Baptiste Augustin. Retrato del escultor Callamard

1801. Jaques Jean Baptiste Augustin. Retrato del escultor Callamard

Los cuellos y chalinas altos en el traje masculino.

Los ‘Incroyables’ (increíbles) y sus contrapartes femeninas, las ‘Merveilleuses’ (maravillosas), eran miembros de una subcultura de moda aristocrática en el París de la época del Directorio. Como catarsis o en una necesidad de volver a conectar con otros supervivientes del reinado del Terror, recibieron al nuevo régimen con un brote de lujo, de flas apariencia de que toda la sangre derramada durante la Revolución Francesa ya estaba olvidada.

Las ‘Merveilleuses’ escandalizaron París con sus vestidos y túnicas semejantes a las de los antiguos griegos y romanos, finos o incluso transparentes de lino y gasa… ellas merecen una publicación aparte.

Los ‘Incroyables’ vestían trajes excéntricos: grandes aretes, chaquetas con amplias solapas, ‘culottes’ (calzones cortos, por su afiliación ideológica a lo monárquico), peinado cortado ‘a lo orejas de perros’ con mechones que cubrían las orejas sobre el cual se colocaban los bicornios. Algunos ostentaban grandes monóculos, y con frecuencia afectaban un ceceo y a veces una postura encorvada como de jorobados.

1790. Directorio francés. Moda de los increíbles.

1790. Directorio francés. Moda de los increíbles.

1794. Increíble y maravillosa

1794. Increíble y maravillosa

Café de los increíbles (detalle)

1797. Café des Incroyables (detalle)

Si algo caracterizaba la imagen de los ‘increíbles’ era llevar camisas con los cuellos subidos, muy altos, que cubrían con la ‘chalina’ (tira de tela en la que derivó la corbata), cubriendo casi la mitad del rostro. Este estilo, tan duramente criticado por los ‘buenos pensantes’ así como todo el resto de las costumbres y vestimentas de esta peculiar ‘tribu urbana’ del Directorio Francés, trascendió el interés de ‘rebeldía’ o ‘protesta’, al integrarse, en pocos años, en parte de la moda del vestir masculino, una vez estabilizada la nación francesa.

1797. Café des Incroyables

1797. Café des Incroyables

Increíbles y maravillosas

Increíbles y maravillosas

Grabado de principios del siglo XIX

Grabado de principios del siglo XIX

La llegada de Napoleón I al poder de Francia, primero como cónsul y en breve auto-coronado como Emperador, supuso la vuelta a la normalidad de un país que vivió una conmoción social de las dimensiones de la Revolución Francesa. Las ideas de Brummell y el nuevo orden social propiciaron que el modelo de hombre ‘burgués’ abandonara paulatinamente toda exageración y fantasía en el vestir. Se estaba consolidando lo que ya hemos mencionado como la ‘gran renuncia’.

1801. Robert Lefèvre. Retrato del ciudadano Guérin

1801. Robert Lefèvre. Retrato del ciudadano Guérin

1801

1801. Robert Lefèvre. Retrato del ciudadano Guérin

1805. François Xavier Fabre. Retrato de Lucien Bonaparte

1805. François Xavier Fabre. Retrato de Lucien Bonaparte

1805. Joseph Denis Odevaere. Retrato de François Wynckelman,

1805. Joseph Denis Odevaere. Retrato de François Wynckelman,

Dentro de unos conjuntos cada vez más sobrios, confeccionados en tejidos ‘no ricos’, de colores sombríos, se destacó durante las tres primeras décadas del nuevo siglo el alto cuello, tanto en la camisa, el chaleco y chaquetas, emergiendo desde estas prendas, la chalina que se enrollaba en varias vueltas alrededor del cuello del hombre terminando en nudos, lazos u otros sistemas de anudar esa masa de tejido…hacia 1835-40 todo volvería a la normalidad…las ideas del ‘Bello Brummell’ habían triunfado…comenzaría la era de la ‘no apariencia’ en el traje masculino…

2 Respuestas a “DE LO EXTRAVANTE DEL INCROYABLE A LA RACIONALIZACIÓN NAPOLEÓNICA

  1. Muy bueno el articulo yo soy mexicano y durante este periodo se dio la independencia de américa en mi país alas Merveilleuses’ les decían currutacas y a los Incroyables petimetres , estos días he leído entradas antiguas y me parecen muy interesantes saludos.

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