Actrices para la Historia. LA MISTINGUETT y el arte de llevar las plumas.

El mundo del espectáculo, del llamado ‘music hall’, teatro de variedades, cabaret, entre otras denominaciones, por su consideración de ‘sub-género’ del arte escénico, ha sido tradicionalmente poco valorado. Este tipo de espectáculo –y sus variantes como: Burlesque, Cabaret, Café-chantant, Circo, Extravaganza, Concert saloon, Revista, Vaudeville, entre otros- han requerido generalmente, de la figura de la vedette.

Claramente definida como la estrella de un espectáculo de revista musical o de variedades, para una vedette, además de poseer cualidades como bailarina, actriz e intérprete, su imagen, su vestuario, su ‘impacto visual’ posee una gran importancia. Algunas publicaciones hemos realizado sobre actrices de este tipo en nuestra página, destacando su vestimenta e imagen. Hoy dedicamos algunos apuntes a la más popular estrella de music-hall del primer tercio del siglo XX: LA MISTINGUETT.

Mistinguett fue el nombre artístico de Jeanne Bourgeois, (1875 – 1956), vedette, cantante y actriz francesa. Nacida en Enghien-les-Bains, hija de un obrero y una costurera, desde pequeña, aspiraba a ser ‘artista’. Comenzó como vendedora de flores en un restaurante en su ciudad natal, donde cantaba baladas populares mientras vendía flores.

Después de tomar clases de teatro y canto, comenzó su carrera como actriz en 1885. Un día, cuando se trasladaba en el tren a París para una clase de violín, conoció a Saint- Marcel, quien dirigió la revista en el Casino de París. Éste la contrató al inicio como tramoyista, pero la joven Jeanne no dejó de insistir en su interés de ser intérprete hasta que comienza a realizar pequeños papeles y durante esa etapa experimenta buscando identificarse con diversos nombres artísticos: Miss Helyett , Miss Tinguette , Mistinguette y, por último, Mistinguett.

Finalmente Jeanne Bourgeois hizo su debut como Mistinguett en el Casino de París en 1895, participando después en espectáculos del Folies Bergère, el Moulin Rouge, y Eldorado. Su imagen escénica era la habitual de la que debían llevar las vedettes del Music Hall francés de la época: enormes tocados y piezas espectaculares y la presencia de plumas por doquier. Estos trajes y tocados eran muy difíciles de manejar y podían pesar fácilmente 40 o 50 libras. Un artista tenía que estar en buena forma para poder soportar y manipular vestimenta, tocados y complementos y a la par sonreir y lanzar besos al público. Algo que ‘la Mistinguett supo hacer muy bien.

El talento, la desenvoltura escénica, la capacidad de atracción que ejercía sobre la audiencia… posibilitaron que la actriz llegara a ser en breve tiempo una de las más populares artistas francesas y la mujer más importante en el mundo del espectáculo de principios del siglo XX. Fue la primera en interpretar la canción “Ça c’est Paris” (Esto es París) de José Padilla, llamada por el escritor Jacques Charles el «himno de los parisinos».

Durante un viaje a los Estados Unidos, explicó en la revista Time Magazine la razón de su popularidad. Mistinguett afirmó: «It is a kind of magnetism. I say ‘Come closer’ and draw them to me.» («Es sólo una cuestión de magnetismo. Yo digo ‘Venid’ y ellos son atraídos hacia mi»).

Además de en el Folies-Bergère, La Mistinguett triunfó en el Moulin-Rouge y el Casino de París. Se hizo especialmente famosa por sus espectaculares trajes y sombreros, que convirtió en un distintivo personal, y por sus bellas piernas, de las que se dice que estaban aseguradas por la enorme cifra de 500.000 francos.

Aunque la mayor parte de su carrera se desarrolló en París, hizo apariciones esporádicas en los Estados Unidos y América (1911, 1951), mientras que en Londres actuó una única vez, en 1947.

Mistinguett tuvo una larga relación amorosa con Maurice Chevalier, quien fue su partenaire en varios espectáculos. En 1920, grabó su primera canción, “Mon homme”, que fue popularizada con el título inglés de “My man” por Fanny Brice y se convirtió en un clásico del repertorio de numerosos cantantes. En España fue Sara Montiel quien la popularizó con el título de “Es mi hombre”.

Para la pantalla grande hizo películas como “Los miserables” (1913), “Mistinguett detective” (1917) y “La Glu” (1926). Algunas de las canciones que ella hizo famosas fueron ‘Mon homme’ (1920), ‘J’en ai marre’ (1921) o ‘En douce’ (1922). Escribió dos volúmenes autobiográficos, “Mistinguett y sus confesiones” (1938) y “Mistinguett” (1954).

La carrera de Jeanne Bourgeois acabó poco después de los cincuenta años de actividad. Falleció a los 80 años y fue enterrada en el cementerio de Enghien-les-Bains, en la región de Île-de-France.

El escritor Jean Cocteau observó sobre ella en un obituario:

«Su voz, un poco fuera de tono, fue la de los vendedores callejeros – el ‘husky’-, trasladando a la escena la voz del pueblo de París. Ella era de la raza animal que no debe nada a la intelectualidad. Ella se encarnaba a sí misma. Ella emanaba en sus actuaciones un patriotismo francés sin pudor. Es normal que ahora que ella debe derrumbarse, como tantas otras cariátides de la grande y maravillosa época que fue la nuestra”.