Vera Fyodorovna Komissarzhevskaya (1864 – 1910) fue una famosa actriz rusa y gerente teatral de los últimos años del imperio ruso. Se inició como actriz amateur en la Sociedad de Arte y Literatura de Stanislavsky y es también conocida por su relación compleja con el teatrista Vsevolod Meyerhold.
Vera nació en el seno de una familia adinerada y de prestigio en San Petersburgo. Hija de Fyodor Komissarzhevsky, notable tenor cantante de ópera del Teatro Mariinsky y de Mariya Nikolaevna Shulgina, su madre, hija de un general y héroe de guerra. En su hogar, creció rodeada de ambiente artístico: escritores, músicos, poetas, eran visita habitual en la casa de los Komissarzhevsky. Vera, desde niña, aprendió a amar las artes con gran pasión.
A los 15 años Vera comienza a recibir clases de interpretación en la escuela de Stanislavski, a quien conocía por ser este, a su vez, discípulo de su padre. Cuando contaba con 19 años Vera se casa con el conde Mikhail Nikolayevich Muravyov, canciller del zar Nicolás II y promotor de la Conferencia de Paz de La Haya.
Su amor por la escena no se detuvo con el matrimonio y en 1896 comenzó a trabajar en el Teatro Alexandrinsky de San Peterburgo, donde obtuvo un rotundo éxito en su interpretación en el papel de Nina en el estreno mundial de “La gaviota”, de Anton Chejov. En 1904 Komissarzhevskaya fundó su propio teatro en San Petersburgo en el cual participó en algunas producciones de obras de Shakespeare, Chejov, Ibsen, entre otros. Cuando interpretaba, Vera intentaba siempre que la actuación naciera de sus emociones. Tal como aprendiera de su maestro, el autor de ‘El Método’, rechazaba ‘poner una máscara’ al personaje sino que éste emanara de sus propias experiencias.
Vera Kholodnaya y Vladimir Maksimov
Vera Komissarzhevskaya como Desdémona de ‘Otelo’
1910. Vera Komissarzhevskaya como Ofelia, de ‘Hamlet’
En busca de renovar la producción escénica de su teatro, Vera Komissarzhevskaya animó al joven teatrista Vsevolod Meyerhold a colaborar como director de escena. La decisión fue arriesgada ya que, por esos años lo que predominaba en la escena mundial era el estilo naturalista como tendencia escénica, algo que Meyerhold –como otros reformadores de la escena de principios del siglo XX- rechazaba. Aunque logran éxitos con las puestas de “Hedda Gabler” de Ibsen y con “Sister Beatrice” de Maeterlink (en la cuales Vera actuaba), la relación profesional se rompe al no encontrar entendimiento entre la actriz-empresaria y el director, sobre todo, en el estilo actoral de la actriz. Meyerhold intentó en el Teatro de Komissarzhevskaya, llevar a la práctica gran parte de sus ideas: la búsqueda de una disposición frontal de los personajes, una nueva dicción, exploración de luz para sustituir decorados y sobretodo sus experimentos con la música….Poco de ello pudo hacer en las producciones antes mencionadas. Meyerhold es despedido y Komissarzhevskaya continuó su actividad profesional realizando giras por Europa y EEUU.
Vera murió en 1910 y su funeral fue una muestra de la admiración que le profesaba su público. Uno de los teatros más grandes de Rusia lleva su nombre y su carrera, aunque poco divulgada en occidente, constituye un gran orgullo para los rusos.
En una ocasión, Komissarzhevskaya le aconsejó a un colega actor:
«Take the role and feel, feel as though everything had happened to you personally. ~ And when you have entered completely into these sufferings or joys into this chaos or peace, only then can you remember that this is not you, that this was someone else. ~ Only one things matters – the life of the soul in all its manifestations.»
VESTUARIO ESCÉNICO 